- Minimiza el contacto con el otro progenitor.
- Establece límites firmes para proteger tu espacio.
- Evita sentir lástima por tus hijos; enfócate en su bienestar.
- Comprométete a mantener la calma y a no dejar que tus emociones afecten el tiempo con tus niños.
- Limita el contacto de tus hijos con el otro progenitor a lo estrictamente necesario.
- Reduce tus llamadas a tus hijos cuando están con el progenitor violento, a menos que sea una emergencia.
- Sé un ejemplo de comportamiento emocionalmente saludable para tus hijos.
- Fomenta su independencia y autoestima, ayudándoles a descubrir sus cualidades.
- No critiques a tu ex delante de tus hijos ni compartas información sensible sobre adultos.
- Evita el término «crianza compartida» y actúa según lo que consideres adecuado, respetando solo lo reflejado en el acuerdo judicial.
¿Te sientes identificado/a o necesitas saber cómo aplicar estos pasos? ¡Contáctanos! Te ofrecemos la ayuda profesional que necesitas para enfrentar estos casos complejos.